lunes, 2 de diciembre de 2013

Caerán cabezas del poder

Por Jorge Octavio Ochoa
*Lo que ocurre en el país es un escándalo.
Sumidos en un mundo de verdades a medias o mentiras muy ciertas, los tópicos que han movido las redes sociales en las dos últimas semanas concitan a reflexión y encienden ya las señales de alarma de los “estrategas” de comunicación y de “inteligencia” del gobierno mexicano.
¿A qué temas nos referimos?
1.- La denuncia del “moche” que piden Diputados Federales para conseguir presupuestos a Municipios.
2.- La revelación de que en el Senado estuvieron los Caballeros Templarios durante 3 horas y pasaron como Pedro por su casa sin que nadie los detuviera.
3.- El derribo de un avión mexicano por la fuerza aérea venezolana, del que no se sabe quién es el dueño, dónde está la empresa compradora, ¡Ni quiénes eran los pasajeros!
La Dirección General de Aeronáutica Civil otorgó el certificado al jet privado caído en Venezuela, cuyo nombre del dueño es falso, el domicilio fiscal no existe, los pasajeros de la tripulación utilizaron identificaciones apócrifas. ¿Quién dio de alta un avión tan irregular?
Estos tres hechos, por sí solos, descubren la raíz del problema sistémico que vive México, con instituciones manchadas y tocadas por la corrupción.
No es gratuito que en las encuestas de los últimos 10 años, los políticos se encuentran en el nivel más bajo de popularidad, con el absoluto repudio de la ciudadanía, incluso por debajo de las policías.
Decir Diputado o Senador es, para el imaginario popular, sinónimo de “tranzas”, mentiras y “moches”. Los legisladores se representan a sí mismos y a sus intereses, pero no a la sociedad. Ese es el resumen ejecutivo de la visión popular.
El problema de fondo es que los hechos confirman esta versión: La manera irresponsable con que aprueban Presupuestos y Leyes Fiscales; el cúmulo de ocurrencias con que aplican impuestos y desbaratan industrias y sectores de producción.
El caso más reciente: el impuesto al refresco; el más antiguo: los continuos impuestos al tabaco. Ninguno son parte de una política integral de salud. Fueron acciones atropelladas y contra reloj para obtener más impuestos pero que no resuelven el profundo hoyo fiscal de México, que se ahonda más por los fenómenos del contrabando, piratería, tráfico de toda índole.
Otro ejemplo muy concreto, que tiene hundido a México en una virtual atonía económica, es el de la industria de la construcción, jalada por las “vivienderas” a las que el PAN dio manga ancha durante los gobiernos de Fox y Calderón, pero que fueron bajadas abruptamente por Peña Nieto.
Crecimiento desordenado, viviendas de lujo en zonas protegidas o ejidales.
Señores, el problema de México se llama CORRUPCIÓN.
Pero ésta viene desde los más altos niveles y es prohijada por esos que dicen que nos gobiernan, pero en realidad sólo administran la podredumbre.
Las cosas olían mal desde que César Godoy fue investido Diputado Federal, metido a escondidas en una cajuela por empleados de Guadalupe Acosta Naranjo, ex líder del PRD. Ahora está prófugo, por sus presumibles nexos con el narcotráfico y con el crimen organizado a través de La Familia Michoacana.
Pero su hermano Leonel, ex gobernador de esa entidad, todavía tiene el cinismo de dar consejitos a la Federación sobre lo que se debe o no se debe hacer en materia de seguridad. Él y Calderón debieran guardar silencio, si tuvieran vergüenza…
El escandalo
Resulta escandaloso enterarnos de que Los Caballeros Templarios estuvieron en Senado de la República. Se sentaron en la misma mesa con los legisladores, les dijeron abiertamente que el ex Presidente Felipe Calderón les hizo la guerra… y los dejaron ir como si nada.
Ese es el recuento y el relato de lo que podría convertirse en el escándalo más grande de este año, donde legisladores admiten conocer no sólo ¡de nombre a delincuentes reclutados por el crimen organizado, sino saber incluso en dónde están y qué cargos desempeñan!
La senadora Luisa María Calderón, hermana del “ínclito” ex Presidente de la República, confirmó la versión de que el 17 de octubre del 2013, el grupo de manifestantes que se reunió con ellos, eran parte de Los Caballeros Templarios.
Los nombres “me sonaron”, y cuando los escuchó, dijo: “¡Hay Dios mío! Inteligente respuesta de toda una legisladora. Después no se sabe qué pasó. No hubo denuncia, pasó un mes hasta que estalló la bomba. “Cocoa” sabe más que nombres; sabe incluso donde están: el director del Conalep, del municipio de Apatzingán, también es Caballero Templario.
¡Y lo peor!
Tito Emigdio Fernández y Alfonso Solórzano, dos de las personas que fueron recibidas por la Comisión de Seguridad del Senado y luego acusados de pertenecer a Los Caballeros Templarios por la senadora Luisa María Calderón, pertenecieron al gobierno de Lázaro Cárdenas Batel y estuvieron relacionados con Carlos Ahumada, el ex novio de la actual titular de SEDESOL, Rosario Robles Berlanga
Escándalo redondo, tormenta perfecta. Todos los niveles están involucrados ahí, en esta revelación.
Como dijera Carlos Loret: ¡Qué bonito!
La madre de todas las cloacas

Se ha destapado la madre de todas las cloacas.

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