Editorial
Al
Congreso local no le quedó de otra que aprobar las solicitudes de licencia
presentadas por alcaldes, síndicos, regidores y algunos diputados locales, en
su mayoría son militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y que
buscan otro cargo de elección popular para “seguir sirviéndose” de los
impuestos del pueblo.
Llama
la atención que algunos alcaldes de los municipios con mayor índice de
violencia hayan solicitado licencia. Tampoco quieren quedarse fuera del
presupuesto. Ya les gustó el poder.
La
elección será muy interesante. Todos se sienten ganadores, pero el 1 de julio
todos verán con sus propios ojos su verdadera realidad. Ganarán no solamente
los que hagan una buena campaña, sino quienes no sean presionados por el crimen
organizado. Lamentablemente es un tema que debe preocupar y ocupar a las
autoridades.
Las
licencias son temporales, hasta el 6 de febrero; pero podrían ser definitivas
en caso de que consigan las ansiadas candidaturas por el PRD y PRI.
Y
en el momento en que las consigan, el Congreso local llamaría a sus suplentes
para que ocupen las respectivas curules del Poder Legislativo.
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