Editorial
De
manera por demás flagrante, el presidente municipal de Chilpancingo, Marco
Antonio Leyva Mena, violó tanto la Constitución Política del Estado como la Ley
Orgánica del Municipio Libre al no rendir su Segundo Informe de Gobierno en el
plazo establecido por la norma.
Pero
el caso es aún más grave, de acuerdo a fuentes del propio Ayuntamiento, el
propio alcalde MAL no tiene fecha tentativa para cumplir con esta que es una de
sus obligaciones. En este sentido, lo único que pudo lograr saber este
reportero es que “podría ser antes del 15 de octubre”.
El
asunto es que de acuerdo a la Ley Orgánica del Municipio Libre, el presidente
municipal debió haber rendido su segundo informe de gobierno a más tardar el 15
de septiembre pasado. Hoy estamos a 27 y en el Ayuntamiento no sabe ni la fecha
precisa.
De
acuerdo al Artículo 72 de la Ley Orgánica del Municipio Libre, “el presidente
municipal es el representante del Ayuntamiento y jefe de la administración
municipal en los términos de ley, así como el encargado de ejecutar sus
resoluciones. Sus funciones son incompatibles con cualquier otro cargo de la
Federación o de los Poderes del Estado, excepto los docentes, de beneficencia,
de salud o los honoríficos”.
Así
pues, el alcalde MAL debió rendir su Segundo Informe de Gobierno a más tardar
el 15 de septiembre, sin embargo, el mes ya casi termina y de acuerdo a fuentes
del propio Ayuntamiento, todavía no tiene ni la fecha para hacerlo.
Cabe
hacer notar que la propia ciudadanía comenta que no ha rendido su Segundo
Informe de labores porque la realidad es que no tiene nada qué informar, pues
aparte de que no ha hecho absolutamente nada de obra pública, mantiene a la
capital del estado convertida en un enorme basurero sin contar que también
tiene todas las calles destrozadas.
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