Perspectiva
Ciudadana
Narco
contra la prensa: gobierno omiso
José
Alberto Morales
Mi
solidaridad con los compañeros periodistas que fueron detenidos, robados,
golpeados y amenazados por al menos un centenar de hombres armados en la zona
de la Tierra Caliente de Guerrero.
Mi
repudio al gobierno de Héctor Astudillo Flores que sigue omiso ante la barbarie
que diariamente se vive en la entidad guerrerense.
Lo
que el sábado sufrieron siete compañeros periodistas, es lo que a diario
padecen miles de familias en la Tierra Caliente, zona dominada por el grupo
delincuencial Los Tequileros, liderado por Raybel Jacobo de Almonte, compadre
del diputado priísta con licencia Saúl Beltrán Orozco, quien se encuentra
prófugo de la justicia gracias a sus compañeros legisladores priístas pero
sobre todo por el manto protector del gobierno estatal.
Esa
demarcación del estado, los grupos delincuenciales Los Tequileros y la Familia
Michoacana la han convertido en zona de guerra; la disputa por el control del
territorio ha dejado muchas muertes y exhibido a un gobierno rehén del crimen
organizado.
Los
compañeros periodistas Sergio Ocampo, Jorge Martínez, Alejandro Ortiz, Ángel
Galeana, Jair Cabrera, Pablo Pérez García y Hans Musielik, acudieron a la
Tierra Caliente a realizar su labor informativa y cuando regresaban, en medio
de dos retenes del ejército fueron interceptados por al menos cien hombres
fuertemente armados –sicarios de la Familia Michoacana según autoridades
estatales-, quienes los despojaron de equipo de trabajo, una camioneta,
teléfonos celulares, dinero y hasta sus identificaciones.
Fueron
amenazados con quemarlos vivos al interior de una camioneta en la que se
transportaban y les advirtieron que si denunciaban el hecho en los retenes del
ejército, los matarían de inmediato puesto que un grupo de “halcones” los
vigilaría. Lo más triste del caso es que los victimarios eran niños de entre 8
y 9 años así como jóvenes no mayores de 20 años, lo que evidencia el fracaso
del gobierno de Héctor Astudillo en materia de políticas públicas enfocadas a
la niñez y a los jóvenes de Guerrero.
El
gobierno del priísta Héctor Astudillo se mantuvo omiso y cuando supieron del
hecho, desde su administración se aseguró que ya había autoridades apoyando en
su traslado a los siete compañeros periodistas, información que fue desmentida
el domingo por los comunicadores después de fijar una postura en la plaza
cívica de Chilpancingo.
Pero
“no hay mal que por bien no venga” dice un conocido refrán y esta terrible
experiencia que padecieron siete compañeros periodistas ha unido a toda la
comunidad periodística, quienes repudiaron el hecho y exigieron al presidente
Enrique Peña Nieto y al gobernador Héctor Astudillo, activar protocolos de
seguridad para los periodistas que fueron amenazados por el grupo
delincuencial.
Esa
unión quedará demostrada el martes a las 11 de la mañana, pues se concentrarán
en la plaza de la Libertad de Expresión para marchar por las calles de la
ciudad y exigir así garantías para el ejercicio de la libertad de expresión y
el derecho que tiene la sociedad de estar informada.
Las
cosas no están bien en Guerrero y es preocupante lo ocurrido a los compañeros
periodistas, por eso es importante mantenernos unidos y exigir a los tres
niveles de gobierno garantías para desempeñar nuestro trabajo.
Ante
el gravísimo grado de inseguridad que se vive en Guerrero, es urgente que la
población despierte de su largo sueño y exija al estado que deje se ser omiso
ante la barbarie que se vive en la Tierra Caliente, Zona Norte, Acapulco,
Tierra Colorada, Ocotito, etc.
Nos
leemos mañana, mientras Guerrero está en llamas y cada día que pasa se ve a un
gobernador más pequeño y se deja ver la posibilidad de que al estado llegue un
Comisionado de Seguridad que restablezca el orden y la seguridad ya que cada
minuto que pasa la situación se vuelve más insostenible. moralessantosjosealberto@gmail.com
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