Perspectiva
Ciudadana
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Acapulco: el paraíso de la violencia
José
Alberto Morales
En
Guerrero se prevé que la violencia siga en aumento, pues en nada ayuda que el
Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong apoyado por el gobernador
Héctor Astudillo Flores, diga en su cuarta reunión de Gabinete de Seguridad
Nacional que no hubo ningún incidente con los turistas y que varios de los
municipios de la entidad estuvieron llenos por el “blindaje” que implementaron.
Las declaraciones del Secretario de Gobernación, dejan ver el
nulo interés que el gobierno federal tiene por garantizar la integridad física
de los guerrerenses. Así de claro fue. Lo que les importaba era “cuidar” a los
turistas. Y ¿el grueso de la población acapulqueña?, ¿qué se mueran?, ¿qué sigan
viviendo en la zozobra por la violencia que crece diariamente a pasos
agigantados?
Fracasó la estrategia anticrimen empleada por la Federación y
para muestra están los 41 muertos que dejó la delincuencia en Acapulco en una
sola semana; varios de ellos suscitados en las playas del que antes fue el
paradisíaco puerto.
El gobierno de Enrique Peña Nieto, midió el éxito de la
primera semana vacacional en base al número de turistas que llegaron a Guerrero
y hace a un lado el alarmante grado de inseguridad que priva en el puerto.
Acapulco se ha convertido en el paraíso de la violencia;
diversos grupos criminales se disputan la plaza para el trasiego de droga. El
puerto es la ciudad más violenta del país y a nivel mundial está a unos pasos
del primer lugar.
Las autoridades de los tres niveles de gobierno se niegan a
ver la terrible realidad de Guerrero, pero la misma población a través de las
redes sociales expresan que la violencia en Acapulco es insostenible, como el
panista Alejandro Martínez Sidney que criticó severamente la estrategia de
seguridad: “lamentable que el señor Secretario de Gobernación, el Lic. Osorio
Chong, no esté debidamente informado de todos los acontecimientos diarios de
Acapulco; es la muestra que existe de descoordinación entre todo el aparato
gubernamental que combate la inseguridad y violencia en Guerrero”, publicó en
su cuenta de Facebook.
Y podría decirse que su expresión se debe a que como político
aspira gobernar Acapulco; sin embargo, es el sentir no solo de los acapulqueños
sino de gran parte de los guerrerenses.
La realidad violenta de Acapulco se vio reflejada en el alto
número de homicidios que se contabilizaron en tan solo una semana y las casi 3
mil cancelaciones de hospedajes que dejaron una pérdida de 20 mil millones de
pesos, de acuerdo a cifras de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio del
Estado de Guerrero.
Y no hay que dejar a un lado el número de negocios que han
cerrado a causa del crimen; la cadena de restaurantes “Los Buzos” son solo un
mínimo ejemplo de que los dueños de Acapulco son los criminales y de la
ausencia total de los tres niveles de gobierno.
Mientras las autoridades de los tres niveles de gobierno, no
acepten la grave realidad violenta que vive Guerrero y no se apliquen políticas
públicas efectivas en materia de seguridad, la violencia seguirá reinando en el
puerto. Al tiempo…
Nos leemos mañana, mientras el ex presidente del Congreso,
Bernardo Ortega Jiménez, resucitó de entre los muertos y adquirió fuerza con la
toma de la Coordinación de la bancada perredista en el Congreso local de su
subalterna la diputada Erika Alcaraz Sosa. moralessantosjosealberto@gmail.com
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