Por Jesús
Lépez
ALERTA. El asesinato del candidato
del PRI-PVEM a la alcaldía de Chilapa no solo debe prender los focos rojos a
los gobiernos federal y estatal, sino que ya se requiere atención urgente
porque todos los guerrerenses saben que gran parte del territorio es
literalmente tierra de nadie por la ausencia total del Estado para garantizar
la seguridad a los ciudadanos.
El hilo
se rompe por lo más delgado y cada que sucede algo en cualquier municipio se
desata el linchamiento contra los alcaldes, lo cual no es más que un simple
golpeteo político con el que los miembros de partidos contrarios al de éstos
pretenden sacar raja de la situación, sin darse tal vez cuenta que ayudan a
tender una cortina de humo sobre el problema real de la inseguridad. Los focos
rojos están prendidos desde hace tiempo en Guerrero. ¡Ya hasta se fundieron!
DESAFORTUNADO. El 25 de abril Luis Walton
fue encañonado al topar su caravana con un retén de hombres armados con fusiles
y lanzagranadas en Chilapa. Una semana después, el candidato del PRI-PVEM a la
alcaldía de ese municipio, Ulises Fabián Quiroz, fue lamentablemente asesinado
por un comando de 30 personas que lo bajaron de su camioneta y acribillaron
frente a los atónitos miembros de su equipo de campaña.
Desesperado
por minimizar a Walton quien ha enviado a la candidata Beatriz Mojica a un
lejano tercer lugar en la contienda por la gubernatura, el dirigente nacional
del PRD, Carlos Navarrete, dijo en aquella ocasión que el amago al candidato de
Movimiento Ciudadano era un “incidente menor”. Fue calificado de mezquino e
insensible. El tiempo se lo demuestra trágicamente. ¡Calladito se ve más bonito!
OBSESIÓN. A propósito de lo anterior,
las campañas del PRI y del PRD se ven muy alineadas y parecen confirmar que el
objetivo de ambos partidos es efectivamente, minimizar a Luis Walton cuya
campaña es la única que ha demostrado un crecimiento sostenido en sus propias
encuestas. Las reales. Las que no publican.
La
estrategia consiste en hacer ruido en los medios culpándose mutuamente de la
tragedia de Iguala (cosa más tonta no podía ocurrírseles), iniciar una guerra
de encuestas autonombrándose punteros y promover un debate solitario, entre los
candidatos de ambos partidos, con el pretexto (antidemocrático por cierto) de
que según ellos los demás no cuentan. Están obsesionados en desgastarse.
¡Mídanle el agua a los camotes!
DEBATE. En el primer debate obligatorio
que tuvieron los nueve candidatos a gobernador era de esperarse que los
representantes de la chiquillada como Jorge Camacho Peñaloza del PAN, Karyme
Sevilla del PANAL y Pablo Amílcar Sandoval del Morena fueran unos chivos en
cristalería arremetiendo contra los que tienen posibilidades reales de lograr
la gubernatura.
La
realidad es que el debate fue una vez más un mero acto propagandístico en el
que los proyectos de gobierno no se confrontaron y las réplicas obedecieron a
responder señalamientos personales que contestar cuestionamientos técnicos
sobre la viabilidad de las ofertas de cada candidato. ¡Fue un ejercicio frívolo
y patéticamente superficial!
Vértebras
Durante
el debate la perredista Beatriz Mojica se fue a la yugular del priista Héctor
Astudillo a quien evidenció como uno de los alcaldes que otorgaron permisos de
construcción en zonas inundables que fueron devastadas por los huracanes Ingrid
y Manuel.
El asunto
es una enorme deuda que el gobierno federal tiene contra las miles de familias que
perdieron su hogar, ya que prometió que no habría impunidad y que estaba
realizando una investigación hasta las últimas consecuencias “caiga quien
caiga”, sin que hasta la fecha nadie haya caído. Lástima que Mojica demande
como candidata la justicia que jamás pidió como funcionaria del gabinete de
Ángel Aguirre.
#MiFilosofíaEsquinera
“En las
grandes cosas los hombres se muestran como les conviene mostrarse. En las
pequeñas como son”. Nicolás Chamfort.
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