jueves, 4 de junio de 2015

Las elecciones del miedo y la incertidumbre del 2015

Por Bajopalabra/Redacción
Acapulco, Gro.- La noche del martes 10 de marzo, el cuerpo de Aidé Nava González fue hallado en el área rural de Ahuacuotzingo, su cabeza también fue hallada, a unos metros. La habían decapitado.
Nava González buscaba entonces la candidatura a la alcaldía de Ahuacuotzingo, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Su esposo había sido asesinado hacía casi 9 meses, y su hijo llevaba desaparecido casi un año.
Celestino Cesáreo Guzmán, dirigente estatal del PRD, informó que la precandidata había sido sacada de una reunión política, horas antes de ser asesinada. Al lado de su cuerpo habían dejado una manta con un mensaje típico del crimen organizado: “para los políticos que no se quieran alinear”.
José Antonio Villaloboso Romero, el hijo de Silvia Romero Suárez, la candidata a una diputación plurinominal local por el PRD que estuvo “desaparecida” por más de 24 horas, trascendió que la retuvo por un grupo armado, admitió que su madre “está muy asustada”.
De acuerdo a sus declaraciones, los captores de su madre le dijeron que “debía agradecerla a una persona que habló” para que fuera liberada. Ayer mismo dijo que Romero Suárez suspenderá su campaña.
No es para menos, el caso de Aidé Nava González fue sólo el primero de una serie de secuestros, asesinatos y amenazas que han sufrido candidatos a los distintos puestos elección popular, sin que parezca haber diferencia entre los colores de sus partidos.
El 25 de abril, con las campañas por la gubernatura más que iniciadas, el candidato de Movimiento Ciudadano, Luis Walton, declaró en conferencia de prensa que esa mañana él y la comitiva que lo acompañaba habían sido encañonados con “cuernos de chivo y lanzagranadas” por un grupo de 20 hombres.
El hecho sucedió a las 6 de la madrugada, en Chilapa, cuando se dirigía a un evento proselitista en la Montaña. Ayer Ricardo Mejía Berdeja, coordinador de su campaña, declaró que Walton no regresará a ese municipio, aunque afirmó a que es porque “ya asistió tres veces”.
El hecho provocó que se cuestionara no sólo la seguridad de los candidatos sino la propia viabilidad de las elecciones. No obstante, entre reiteradas afirmaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) de que las elecciones no tenían por qué suspenderse y cambios en los procedimientos de seguridad de varios candidatos, las elecciones siguen en medio del temor y la incertidumbre por la violencia criminal.
Pero el estado realmente se cimbró cuando, el 1 de mayo, un grupo armado del crimen asesinó con 15 balazos a Ulises Fabián Quiroz, candidato del PRI-PVEM a la alcaldía de Chilapa.
La Fiscalía de Guerrero informó “que el candidato fue interceptado por un ‘comando’ armado en el poblado de Atzacoaloya y fue bajado de su vehículo, golpeado y después asesinado con armas de fuego”. También señaló que de las distintas líneas de investigación había una que tomaba cada vez más fuerza: el crimen organizado.
José Santos Valdivia, suplente de Fabián Quiroz rechazó sustituirlo. Tenía miedo.
El hecho, además, empañó la noticia de los cuatro militantes de Nueva Alianza asesinados, tras haber sido secuestrados el 30 de abril en Ixcapuzalco, cabecera municipal de Pedro Ascencio Alquisiras. Sus cuerpos se encontraron después en la comunidad de Rancho Nuevo.
“México no puede seguir con temor. Nos sumamos a la exigencia de la sociedad de poner un alto a estos hechos que lastiman”, señaló la dirigencia del partido en un comunicado.
Días después, el 5 de mayo, el candidato del PRD a la alcaldía de San Miguel Totolapan, Juan Mendoza Acosta, fue secuestrado por un grupo armado. Su secuestró duró medio día, y fue confirmado y condenado por el propio dirigente nacional de su partido, Carlos Navarrete.
Pese a todo, ni la Fiscalía del Estado, ni el propio candidato, quien apareció horas después, confirmaron el hecho. Mendoza Acosta aseguró que todo “había sido una confusión”.
Quien no tuvo tanta suerte es Valentina Rosendo Cantú, candidata a la presidencia municipal de Acatepec por Morena, quien actualmente permanece hospitalizada tras una persecución automovilística en la carretera rumbo a Chilapa. Desesperado, su chofer perdió el control y terminó saliéndose de la carretera y sufriendo una volcadura.
A Rosendo Cantú, quien es dirigente también de la Organización de Pueblos Indígenas de la Montaña (OPIM), ya la habían amenazado telefónicamente días antes del percance. Su partido es cauteloso con lo referente al caso, y han evitado dar mayores detalles del asunto.
No es la primera vez que Valentina sufre, elementos del Ejército la habían atacado sexualmente en 2002, lo que, tras una lucha jurídica, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una sentencia: el Estado mexicano era culpable, y debía emitir una disculpa pública.

Así, el secuestro del día de ayer de Silvia Romero Suárez, ex secretaria de Educación durante el gobierno de Ángel Aguirre, se suma a los actos que han puesto en duda la capacidad de mantener la seguridad no sólo en el estado, sino la propia integridad de los candidatos y de las campañas en las que participan. La elección Guerrero 2015, será recordada como la elección de la violencia y el crimen organizado.

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