Editorial

Empresarios bajo la lupa

Hay otros involucrados en el caso Oceanografía, que forman parte del empresariado nacional, los cuales están bajo la lupa de las autoridades federales, por presuntos, daños patrimoniales causados a la empresa petrolera nacional. Por ejemplo, se averigua la eventual sociedad con Oceanografía de los hermanos Javier y Óscar Rodríguez Borgio, propietarios del Grupo Gasolinero Mexicano (GGM), así como de otros negocios como los casinos Big-Bola y Caja Libertad Servicios Financieros. Al respecto, es de destacarse que la PGR investiga a GGM desde 2012, por la presunta venta de gasolina extraída ilegalmente de ductos de Pemex, además de vender supuestos litros de combustibles, en realidad, de 950 mililitros.

Por otro lado, se investigan presuntos actos de corrupción de funcionarios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), encabezados por Gladis López Blanco, ex subprocuradora de Verificación de la dependencia, quien es esposa del ex titular de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, hoy legislador federal del PAN, quienes están acusados de proteger a empresarios para que las bombas despachadoras de sus gasolineras no fueran verificadas; el dinero recibido, según averiguaciones del 2011, habría sido utilizado para apoyar campañas electorales del PAN. En marzo de 2008, Gladis López dejó “por razones personales” su puesto en la Profeco. La PGR tiene bajo averiguación a seis verificadores de bombas despachadoras por parte de la dependencia federal. Aparentemente el salpicadero no ha terminado, porque entre más le rascan las autoridades federales, más “joyas” de la corrupción se encuentran, y saltan más nombres de panistas beneficiados por los dos sexenios pasados.