El Día de Muertos es
una celebración mexicana de origen prehispánico
que honra a los difuntos el 2 de
noviembre. En el año 2003 la UNESCO (Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) declaró a esta festividad
como “Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad”. Esta celebración
representa uno de los ejemplos más relevantes del patrimonio vivo de México y
del mundo, así como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor
plenitud de los grupos indígenas que actualmente habitan en nuestro país.
Mayor
sobrevivencia de la población
El
aumento en la esperanza de vida de los mexicanos se ha hecho evidente. En 1930
se vivía en promedio 34 años, observándose una mayor sobrevivencia en las
mujeres (35 años) que en los hombres (33 años); ocho décadas después (en 2012),
la esperanza de vida aumenta a 74.3 años y la sobrevivencia en las mujeres
amplía su brecha en casi seis años, respecto a los hombres. La
esperanza de vida es
un indicador que resume las condiciones de mortalidad en una sociedad y su
tendencia permite evaluar las mejoras en el estado de salud de una población.[1]
Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Chihuahua son las entidades que en 2012 presentan
la menor esperanza de vida al nacer (menor a los 73 años).
El
aumento en la esperanza de vida es producto de las políticas de salud
implementadas en las primeras décadas del siglo pasado, una mayor cobertura en
los servicios de salud y un aumento en la implementación de nuevas tecnologías
médicas contribuyeron a un cambio epidemiológico que se manifiesta en
defunciones causadas principalmente por padecimientos crónico-degenerativos, lo
cual es un síntoma de que la población sobrevive más tiempo. De acuerdo con los
registros administrativos, en 2011 la diabetes mellitus (13.7%), las
enfermedades isquémicas del corazón (12%), las del hígado (5.5%) y las
cerebrovasculares (5.3%) son las principales causas de muerte de la población,
las cuales ocasionaron 36.5% de los decesos totales.
Monto
y diferenciales en la mortalidad por edad y sexo
El
nivel de la mortalidad es diferente en cada grupo de edad y sexo. En 2011 se
registraron 591 mil defunciones y la mayor parte se concentró en edades
adultas: 61.4% aconteció en la población de 60 años y más y 24.5% en los
adultos de 30 a 59 años; la población infantil (0 a 14) y joven (15 a 29 años)
que falleció en ese año representan 7 y 6.4% de las defunciones totales,
respectivamente. Por sexo, se observan notables diferencias explicadas por
factores biológicos y sociales propios de cada sexo. Especialistas en la
materia señalan que regularmente la
mujer tiene una mayor probabilidad de sobrevivencia porque es menos propensa a
sufrir accidentes, y en general, adopta menos conductas violentas en las cuales
peligre su vida.[2] En
2011 fallecieron 134 hombres por cada cien mujeres; esta sobremortalidad se da
en todos los grupos de edad y es más marcada en el grupo de 20 a 39 años con
más de 300 defunciones masculinas por cada cien mujeres.
Causas
de mortalidad en menores de un año
La mortalidad en niños
menores de un año distingue dos etapas que reflejan contextos y determinantes
biológicos y socioeconómicos muy particulares: la primera ocurre cuando el niño
fallece antes de cumplir los 28 días de vida (mortalidad neonatal); la segunda
comprende las defunciones de niños con una edad de 28 días y hasta antes de
cumplir el primer año de vida (mortalidad posneonatal). De acuerdo con la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) en América Latina y el Caribe “los
factores maternos que afectan a la salud neonatal son la desnutrición de la
madre (incluso antes del embarazo), la edad (menores de 18 años o mayores de 35
años), haber tenido más de cinco partos, un intervalo breve entre nacimientos
(menos de tres años entre los embarazos) y complicaciones del parto (parto
prolongado u obstruido, o parto de nalgas con un solo feto). Otros factores
comprenden las infecciones maternas, como las de transmisión sexual, VIH/SIDA,
y la infección de las vías urinarias, así como la malaria y la anemia de
células falciformes, un trastorno genético que afecta al 5% de la población,
principalmente a la de ascendencia africana, y puede prevenirse con programas
de evaluación e información genética”.[3]
Causas
de mortalidad en niños de 1 a 14 años
Las
defunciones en edades de 1 a 14 años distinguen dos etapas con niveles y causas
de muerte que muestran diferencias significativas: en la primera, se encuentran
las defunciones en edad preescolar (1 a 4 años) siendo las malformaciones
congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (15.6%), los accidentes de
transporte (7.8%) y la neumonía (6.8 por ciento) las tres principales causas de
muerte. Aunque con orden distinto, estas causas prevalecen por sexo, sobresale
que 4.1% de las niñas de este grupo de edad fallecen por desnutrición y en los
niños, 5.3% fallecen por ahogamiento y sumersión accidentales.
En la
segunda etapa se encuentran defunciones en edad escolar (5 a 14 años) en las
cuales la principal causa de muerte se da por accidentes de transporte (12.7%),
como peatón o siendo pasajero en un
vehículo; le siguen la leucemia (8.7%) y las malformaciones congénitas,
deformidades y anomalías cromosómicas (6%). Las dos primeras se presentan en
ambos sexos. En los hombres las agresiones (6.3%) y las malformaciones
congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (5.6%) se presentan como
tercera y cuarta causa de muerte; en las mujeres esta última es tercer causa
(6.7%) seguida por las lesiones autoinflingidas intencionalmente (4 por
ciento).
Causas
de mortalidad en jóvenes de 15 a 29 años
En la
población joven se visualiza una diferencia acentuada en el número de
defunciones de hombres y mujeres; en los primeros, las agresiones (33%), los
accidentes de transporte (16.2%) y las lesiones autoinfligidas intencionalmente
(6.6%) son las tres principales causas de muerte, todas ellas catalogadas como
violentas y en conjunto representan más de la mitad (55.8%) de las defunciones
acontecidas en este grupo de población. Por su parte, el monto de las
defunciones en la población femenina en este grupo de edad es tres veces menor
al de los hombres y aunque las tres principales causas de muerte para este grupo
de edad se asocian también a causas violentas, éstas solo representan 28.8% de
sus defunciones totales: 11.4% fallece por agresiones, 10.8% por accidentes de
transporte y 6.6% por lesiones autoinfligidas intencionalmente.
Es
importante señalar que la cuarta y quinta causa de fallecimiento en los hombres
es provocada por la enfermedad del virus de la inmunodeficiencia humana (2.9%)
y por ahogamiento y sumersiones accidentales (2.2%); en las mujeres son la
leucemia (4%) y la diabetes mellitus (2.7%) respectivamente.
Causas
de mortalidad en adultos de 30 a 59 años
Generalmente,
de los 30 a los 44 años “la población se encuentra en una fase de formación o
expansión de sus propias familias, desempeñando actividades vinculadas con la
procreación y el cuidado de sus hijos; en lo laboral, la mayoría de los hombres
y una proporción cada vez mayor de mujeres, participan en alguna actividad
económica”.[4] Es
en esta etapa cuando se originan o se fortalecen hábitos que afectan o
afectarán la salud de los adultos en el futuro.
De
acuerdo con la OPS, “el estilo de vida puede conducir a hábitos alimentarios,
modelos dietéticos y de actividad física que se comporten como factores de
riesgo en las enfermedades crónicas”.[5]
Las agresiones (22.3%) son la principal causa de
muerte en los hombres de 30 a 44 años, seguida por las enfermedades del hígado
(11%), los accidentes de transporte (9.5%) y las enfermedades isquémicas del
corazón (5.2%); en las mujeres la diabetes mellitus (8.5%), los tumores
malignos de la mama (5.6%), las agresiones (5.3%) y el tumor maligno del cuello
del útero (4.6%) conforman el cuadro epidemiológico de las principales causas
de muerte en este segmento de la población.
En un curso de vida posterior,
los adultos de 45 a 59 años empiezan a presentar en forma gradual disfunciones
en el sistema corporal y mental, las cuales se agudizan conforme avanza la
edad, llegando a un patrón epidemiológico de causas de muerte muy parecido al
del adulto mayor (60 años y más). Tanto en hombres (16.7%) como en mujeres (21.8%)
la principal causa de muerte es la diabetes mellitus. En los hombres, la
segunda y tercera causa son provocadas por enfermedades del hígado (15.2%) y
las enfermedades isquémicas del corazón (11.1%); en las mujeres, el orden de
estas causas está invertido, por lo que 7% fallece por enfermedades isquémicas
del corazón y 6% por enfermedades del hígado.
Causas
de mortalidad en adultos mayores
Conforme
aumenta la edad del individuo los sistemas fisiológicos se van deteriorando,
hecho que ocasiona una mayor predisposición a desarrollar algunas enfermedades,
por lo que el riesgo de fallecer es cada vez mayor. En 2012 la esperanza de
vida de la población de 60 años y más es de 14 años. De acuerdo con los
registros administrativos de 2011, la mayoría de las defunciones en este grupo
de población se producen por enfermedades crónico degenerativas: en los
hombres, las enfermedades isquémicas del corazón (16.9%), la diabetes mellitus
(14.9%) y las crónicas de las vías respiratorias inferiores (6.6%) son las tres
primeras causas de muerte; en las mujeres la principal causa de muerte se debe
a la diabetes mellitus (18.1%) y le siguen las enfermedades isquémicas del
corazón (15.6%) y las enfermedades cerebrovasculares (7.7 por ciento).
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