*El calilla agradece a Ángel
Aguirre el nombramiento de Jesús Martínez Garnelo, Secretario General de
Gobierno
Por Aquiles Va La Daga
Chilpancingo, Gro.- Jesús
Martínez Garnelo deja el Poder Judicial para asumir la Secretaría General de
Gobierno, cargo que “botó” el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero
(UAG), Florentino Cruz Ramírez.
Martínez Garnelo
solicitó licencia al pleno del TSJ, misma que le autorizaron en una maniobra fast
track por la mañana.
En el mismo también
asumió el catedrático universitario Max Arturo López, como nuevo subsecretario
de Educación Básica de la Secretaría de Educación en Guerrero.
Martínez Garnelo es el
tercer secretario General de Gobierno en el primer de ejercicio de la
administración de Ángel Aguirre Rivero.
Trascendió que una
mujer asumirá la titularidad del Poder Judicial en Guerrero.
¿Porqué renunció Florentino
Cruz?
Florentino Cruz Ramírez
llegó al gabinete estatal apenas el 20 de mayo en sustitución del mentor de
Aguirre, Humberto Salgado, quien aparentemente fue defenestrado luego del
conflicto magisterial que puso en jaque a la administración aguirrista por la
falta de oficio político para resolver conflictos sociales.
Durante este periodo el
secretario de Gobierno fue relegado en todo momento por el gobernador Aguirre
Rivero, debido a que no es parte del grupo compacto del Ejecutivo y porque
llegó mediante componendas de tipo político, señalaron las fuentes. Él
calilla agradece a Ángel Aguirre, el nombramiento de Jesús Martínez Garnelo,
Secretario General de Gobierno de Guerrero
Esto se evidenció
cuando el gobernador Aguirre viajó a Estados Unidos para promocionar los
destinos turísticos de la entidad y dejó como encargado de despacho del
Ejecutivo a su compadre, el secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva.
Luego, a su regreso,
Aguirre decidió rehabilitar a su mentor al designarlo el martes 2 como
coordinador general del Ejecutivo, un cargo en la administración estatal
equiparado con el de un vicegobernador, el cual ha sido ocupado por familiares
del mandatario, el que por cierto se ha caracterizado por el nepotismo que le
ha impregnado a su administración.
La sombra de “El Calilla”
La llegada de Ángel
Aguirre Rivero al gobierno del estado, en abril del 2011 significó el
renacimiento político de Jesús Martínez Garnelo quien de inmediato fue
catapultado a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, pese a que como
Magistrado, a finales de los años 90, liberó a Alberto Castro, conocido por “El
Calilla”, quien dirigió el secuestro del Ingeniero Óscar Ibáñez Reyes.
A pesar de que el
delincuente, brazo derecho del peligroso secuestrador Pedro Barragán González,
fue plenamente identificado por su víctima y desestimando las pruebas
presentadas, Martinez Garnelo junto con el también Magistrado Miguel Maya
Manrique y la jueza María del Pilar León Flores, pusieron en libertad a “El
Calilla”.
Luego de un juicio
político, en 1999 fueron inhabilitados por el Congreso local al demostrarse la
falta de probidad y corrupción de los tres letrados encargados de impartir
justicia. Dos años después, la Suprema Corte de la Nación los exoneró con el
argumento de que el Congreso local se excedió en sus facultades.
Gatopardismo
El nombramiento de
Jesús Martínez Garnelo como secretario de Gobierno de Guerrero causó sorpresa
en los círculos políticos que ya veían como segura la designación en ese cargo
del senador Sofío Ramírez Hernández.
También en el Poder
Judicial causó sorpresa, porque para sus integrantes fue raro que Martínez
Garnelo, siendo titular de un poder, el Judicial, haya preferido irse como
subordinado de otro poder, el Ejecutivo.
Sin embargo, no es del
todo extraño, si se observa la conducta del nuevo secretario de Gobierno cuando
fue presidente del Tribunal Superior de Justicia, desde el comienzo de esta
administración, pues en privado solía referirse al gobernador Ángel Aguirre
Rivero como “el jefe”, e inclusive se enorgullecía en comentar que el jefe lo
traía de arriba para abajo sin descanso para preparar la aplicación de las
reformas al sistema penal y al propio Poder Judicial.
Ahora ya podrá, con
justicia, llamarlo jefe.
Por otro lado, la
designación de Martínez Garnelo tiene una clara definición política. Aguirre
envió el mensaje de que Sofío Ramírez no es, como muchos piensan, su mejor
carta, porque EL CALILLA AGRADECE A ÁNGEL AGUIRRE EL NOMBRAMIENTO DE
JESÚS MARTÍNEZ GARNELO, SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO DE GUERRERO todo mundo
se dio cuenta de que el senador ya estaba preparando maletas por segunda
ocasión para instalarse en Chilpancingo como secretario de Gobierno, y por
segunda ocasión fue hecho a un lado.
En realidad, Ramírez no
necesitaba ser secretario, lo que da pie a otra teoría: tan es el consentido
del gobernador, que éste prefirió no ponerlo en un lugar donde sólo se
desgastaría, pues quienes llevarán realmente la conducción interna del estado
son los mismos que la han operado en todo lo transcurrido de la administración,
y no el nuevo secretario.
Es curioso que la
noticia del nombramiento la haya dado Ernesto Aguirre en su cuenta de Twitter,
y no el propio gobernador o su equipo de Comunicación Social.
En ese sentido, no
parece que vaya a haber ningún cambio en la operación del gobierno, que la
seguirán llevando Humberto Salgado Gómez como supersecretario en la
Coordinación General del Ejectuivo; Ernesto Aguirre Gutiérrez, sin
nombramiento, pero actuando como el verdadero operador del gobernador; el
inamovible secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva, y el ahora asesor y
verdadero poder en Comunicación Social, Pedro Julio Valdez Vilchis. Muchos
cambios para que, en realidad, todo siga igual.
El Calilla
El día en que lo iban a
matar, el 11 de marzo de 2002, el empresario gasolinero de Chilpancingo, Javier
Ibáñez Sandoval, se dirigía a su negocio acompañado de su chofer Raúl Salgado
Díaz y su escolta Félix Bello Díaz, cuando en un alto sobre la avenida Alemán,
un sujeto solitario se acercó a la camioneta en que viajaban y le disparó con un
AK-47, a plena luz del día.
Según los relatos de la
época, el atacante esperó durante una hora a que pasara por ese lugar el
empresario, y luego de dispararle se retiró caminando unos 300 metros hasta la
avenida Lázaro Cárdenas, y de ahí al paseo Alejandro Cervantes Delgado, donde
lo esperaba una camioneta roja Windstar en la que se retiró con toda calma de
la escena.
En una acción sin
precedente, la Procuraduría del gobierno de René Juárez Cisneros, que había
sido tan ineficiente en la mayor parte de los casos que tuvo a su cargo,
necesitó sólo 29 días para detener al autor material del doble homicidio
(también había muerto en esa acción el chofer del empresario), un sicario de
nombre Valentín Acevedo Ocampo, alias La Medusa, quien declaró haber sido
contratado por la banda del secuestrador Pedro Barragán para cometer el crimen.
Y colorín colorado.
Resuelto el caso, se convirtió en historia.
Pero atrás de ese
acontecimiento había todo un antecedente largo. Pedro Barragán era en esos
tiempos el secuestrador más temible del estado de Guerrero. En 1996, había
secuestrado a un hijo del empresario Ibáñez Sandoval y lo había asesinado a
pesar de que sus familiares habían pagado el rescate.
Indignado, el
empresario hizo todas las denuncias posibles pero sin ningún éxito, pues la
autoridad nunca tuvo capacidad para resolver el asesinato, hasta que por cuenta
propia armó un equipo de investigación, integrado por ex militares, para dar
con los culpables de la muerte de su hijo. EL CALILLA AGRADECE A ÁNGEL
AGUIRRE EL NOMBRAMIENTO DE JESÚS MARTÍNEZ GARNELO, SECRETARIO GENERAL DE
GOBIERNO DE GUERRERO
“Las
autoridades de Guerrero están coludidas con Pedro Barragán; eso no es un
secreto”, había afirmado en varias ocasiones.
En 1998, después de una
larga búsqueda, en la que puso al descubierto las relaciones de la corrupta
Procuraduría de René Juárez con los hampones, terminó por capturar a varios de
los autores del secuestro, entre ellos el que era mano derecha de Pedro
Barragán, un sicario llamado Carlos García Castro, alias El Calilla, y los
presentó con todas las pruebas ante la Procuraduría de Justicia, la cual no
tuvo más que darle la formalidad al trámite.
Sin embargo, más tardó
el caso en llegar al Poder Judicial, que en sufrir un giro: tres magistrados
del Tribunal Superior de Justicia exoneraron a El Calilla, al considerar que no
había elementos suficientes para consignarlo, y lo dejaron en libertad. Esos
magistrados fueron Miguel Maya Manrique, Jesús Martínez Garnelo y María del
Pilar León Flores.
En 1999, Ibáñez
Sandoval, inconforme por esta decisión, y por una serie de irregularidades en
el proceso, que exhibió en su momento, promovió un juicio político contra los
tres juzgadores en el Congreso local, y, tras revisar el expediente y
discutirlo ampliamente, por unanimidad, los diputados decidieron, el 24 de
agosto de 2001, inhabilitar a los tres magistrados por cuatro años.
Vino luego un largo
proceso, donde los magistrados como era de esperarse, se defendieron con todo,
pero en el cual Ibáñez Sandoval también utilizó todos los recursos para que se
mantuviera la inhabilitación.
En 2002, Javier Ibáñez
fue asesinado en la vía pública de Chilpancingo, a pleno medio día, y el 18 de
noviembre de 2003, con el argumento de que el Congreso había cometido invasión
de poderes al inhabilitarlos, los magistrados fueron restituidos en el cargo
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En 2005, ya como
gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo emitió un decreto para que los
magistrados involucrados en el caso del Calilla no fueran ratificados al
hacerse la renovación del Poder Judicial, pero los magistrados volvieron a
pelear y a ganar, y tuvieron que ser reincorporados con el pago de jugosos
salarios caídos, por el tiempo que estuvieron fuera de sus funciones.
Durante mucho tiempo el
trío de juzgadores se mantuvo en un bajo perfil, sin hacer mayor aspavientos,
hasta que al comienzo de la actual administración, unos dicen que por
recomendación del recién nombrado secretario de Gobierno, Humberto Salgado
Gómez, y otros que por el propio gobernador, Ángel Aguirre, Martínez Garnelo
empezó a sonar como posible próximo presidente del Tribunal Superior de
Justicia.
No duró ni 15 días ese
rumor, cuando ya había sido designado en ese cargo, que ayer dejó para ser
nombrado secretario de Gobierno.
Eso ya será otra
historia.
Jesús Martínez Garnelo, Secretario
General de Gobierno, saluda al gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero.
Jesús Martínez Garnelo, dejó el Poder Judicial y asume la Secretaría de
Gobierno para asumir la Secretaría General de Gobierno, cargo que
“botó” el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Florentino Cruz
Ramírez.
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