lunes, 26 de agosto de 2013

El PRD no sabe Gobernar Guerrero

*El calilla agradece a Ángel Aguirre el nombramiento de Jesús Martínez Garnelo, Secretario General de Gobierno
Por Aquiles Va La Daga
Chilpancingo, Gro.- Jesús Martínez Garnelo deja el Poder Judicial para asumir la Secretaría General de Gobierno, cargo que “botó” el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Florentino Cruz Ramírez.
Martínez Garnelo solicitó licencia al pleno del TSJ, misma que le autorizaron en una maniobra fast track por la mañana.
En el mismo también asumió el catedrático universitario Max Arturo López, como nuevo subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación en Guerrero.
Martínez Garnelo es el tercer secretario General de Gobierno en el primer de ejercicio de la administración de Ángel Aguirre Rivero.
Trascendió que una mujer asumirá la titularidad del Poder Judicial en Guerrero.
¿Porqué renunció Florentino Cruz?
Florentino Cruz Ramírez llegó al gabinete estatal apenas el 20 de mayo en sustitución del mentor de Aguirre, Humberto Salgado, quien aparentemente fue defenestrado luego del conflicto magisterial que puso en jaque a la administración aguirrista por la falta de oficio político para resolver conflictos sociales.
Durante este periodo el secretario de Gobierno fue relegado en todo momento por el gobernador Aguirre Rivero, debido a que no es parte del grupo compacto del Ejecutivo y porque llegó mediante componendas de tipo político, señalaron las fuentes. Él calilla agradece a Ángel Aguirre, el nombramiento de Jesús Martínez Garnelo, Secretario General de Gobierno de Guerrero
Esto se evidenció cuando el gobernador Aguirre viajó a Estados Unidos para promocionar los destinos turísticos de la entidad y dejó como encargado de despacho del Ejecutivo a su compadre, el secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva.
Luego, a su regreso, Aguirre decidió rehabilitar a su mentor al designarlo el martes 2 como coordinador general del Ejecutivo, un cargo en la administración estatal equiparado con el de un vicegobernador, el cual ha sido ocupado por familiares del mandatario, el que por cierto se ha caracterizado por el nepotismo que le ha impregnado a su administración.
La sombra de “El Calilla”
La llegada de Ángel Aguirre Rivero al gobierno del estado, en abril del 2011 significó el renacimiento político de Jesús Martínez Garnelo quien de inmediato fue catapultado a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, pese a que como Magistrado, a finales de los años 90, liberó a Alberto Castro, conocido por “El Calilla”, quien dirigió el secuestro del Ingeniero Óscar Ibáñez Reyes.
A pesar de que el delincuente, brazo derecho del peligroso secuestrador Pedro Barragán González, fue plenamente identificado por su víctima y desestimando las pruebas presentadas, Martinez Garnelo junto con el también Magistrado Miguel Maya Manrique y la jueza María del Pilar León Flores, pusieron en libertad a “El Calilla”.
Luego de un juicio político, en 1999 fueron inhabilitados por el Congreso local al demostrarse la falta de probidad y corrupción de los tres letrados encargados de impartir justicia. Dos años después, la Suprema Corte de la Nación los exoneró con el argumento de que el Congreso local se excedió en sus facultades.
Gatopardismo
El nombramiento de Jesús Martínez Garnelo como secretario de Gobierno de Guerrero causó sorpresa en los círculos políticos que ya veían como segura la designación en ese cargo del senador Sofío Ramírez Hernández.
También en el Poder Judicial causó sorpresa, porque para sus integrantes fue raro que Martínez Garnelo, siendo titular de un poder, el Judicial, haya preferido irse como subordinado de otro poder, el Ejecutivo.
Sin embargo, no es del todo extraño, si se observa la conducta del nuevo secretario de Gobierno cuando fue presidente del Tribunal Superior de Justicia, desde el comienzo de esta administración, pues en privado solía referirse al gobernador Ángel Aguirre Rivero como “el jefe”, e inclusive se enorgullecía en comentar que el jefe lo traía de arriba para abajo sin descanso para preparar la aplicación de las reformas al sistema penal y al propio Poder Judicial.
Ahora ya podrá, con justicia, llamarlo jefe.
Por otro lado, la designación de Martínez Garnelo tiene una clara definición política. Aguirre envió el mensaje de que Sofío Ramírez no es, como muchos piensan, su mejor carta, porque EL CALILLA AGRADECE A ÁNGEL AGUIRRE EL NOMBRAMIENTO DE JESÚS MARTÍNEZ GARNELO, SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO DE GUERRERO todo mundo se dio cuenta de que el senador ya estaba preparando maletas por segunda ocasión para instalarse en Chilpancingo como secretario de Gobierno, y por segunda ocasión fue hecho a un lado.
En realidad, Ramírez no necesitaba ser secretario, lo que da pie a otra teoría: tan es el consentido del gobernador, que éste prefirió no ponerlo en un lugar donde sólo se desgastaría, pues quienes llevarán realmente la conducción interna del estado son los mismos que la han operado en todo lo transcurrido de la administración, y no el nuevo secretario.
Es curioso que la noticia del nombramiento la haya dado Ernesto Aguirre en su cuenta de Twitter, y no el propio gobernador o su equipo de Comunicación Social.
En ese sentido, no parece que vaya a haber ningún cambio en la operación del gobierno, que la seguirán llevando Humberto Salgado Gómez como supersecretario en la Coordinación General del Ejectuivo; Ernesto Aguirre Gutiérrez, sin nombramiento, pero actuando como el verdadero operador del gobernador; el inamovible secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva, y el ahora asesor y verdadero poder en Comunicación Social, Pedro Julio Valdez Vilchis. Muchos cambios para que, en realidad, todo siga igual.
El Calilla
El día en que lo iban a matar, el 11 de marzo de 2002, el empresario gasolinero de Chilpancingo, Javier Ibáñez Sandoval, se dirigía a su negocio acompañado de su chofer Raúl Salgado Díaz y su escolta Félix Bello Díaz, cuando en un alto sobre la avenida Alemán, un sujeto solitario se acercó a la camioneta en que viajaban y le disparó con un AK-47, a plena luz del día.
Según los relatos de la época, el atacante esperó durante una hora a que pasara por ese lugar el empresario, y luego de dispararle se retiró caminando unos 300 metros hasta la avenida Lázaro Cárdenas, y de ahí al paseo Alejandro Cervantes Delgado, donde lo esperaba una camioneta roja Windstar en la que se retiró con toda calma de la escena.
En una acción sin precedente, la Procuraduría del gobierno de René Juárez Cisneros, que había sido tan ineficiente en la mayor parte de los casos que tuvo a su cargo, necesitó sólo 29 días para detener al autor material del doble homicidio (también había muerto en esa acción el chofer del empresario), un sicario de nombre Valentín Acevedo Ocampo, alias La Medusa, quien declaró haber sido contratado por la banda del secuestrador Pedro Barragán para cometer el crimen.
Y colorín colorado. Resuelto el caso, se convirtió en historia.
Pero atrás de ese acontecimiento había todo un antecedente largo. Pedro Barragán era en esos tiempos el secuestrador más temible del estado de Guerrero. En 1996, había secuestrado a un hijo del empresario Ibáñez Sandoval y lo había asesinado a pesar de que sus familiares habían pagado el rescate.
Indignado, el empresario hizo todas las denuncias posibles pero sin ningún éxito, pues la autoridad nunca tuvo capacidad para resolver el asesinato, hasta que por cuenta propia armó un equipo de investigación, integrado por ex militares, para dar con los culpables de la muerte de su hijo. EL CALILLA AGRADECE A ÁNGEL AGUIRRE EL NOMBRAMIENTO DE JESÚS MARTÍNEZ GARNELO, SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO DE GUERRERO
“Las autoridades de Guerrero están coludidas con Pedro Barragán; eso no es un secreto”, había afirmado en varias ocasiones.
En 1998, después de una larga búsqueda, en la que puso al descubierto las relaciones de la corrupta Procuraduría de René Juárez con los hampones, terminó por capturar a varios de los autores del secuestro, entre ellos el que era mano derecha de Pedro Barragán, un sicario llamado Carlos García Castro, alias El Calilla, y los presentó con todas las pruebas ante la Procuraduría de Justicia, la cual no tuvo más que darle la formalidad al trámite.
Sin embargo, más tardó el caso en llegar al Poder Judicial, que en sufrir un giro: tres magistrados del Tribunal Superior de Justicia exoneraron a El Calilla, al considerar que no había elementos suficientes para consignarlo, y lo dejaron en libertad. Esos magistrados fueron Miguel Maya Manrique, Jesús Martínez Garnelo y María del Pilar León Flores.
En 1999, Ibáñez Sandoval, inconforme por esta decisión, y por una serie de irregularidades en el proceso, que exhibió en su momento, promovió un juicio político contra los tres juzgadores en el Congreso local, y, tras revisar el expediente y discutirlo ampliamente, por unanimidad, los diputados decidieron, el 24 de agosto de 2001, inhabilitar a los tres magistrados por cuatro años.
Vino luego un largo proceso, donde los magistrados como era de esperarse, se defendieron con todo, pero en el cual Ibáñez Sandoval también utilizó todos los recursos para que se mantuviera la inhabilitación.
En 2002, Javier Ibáñez fue asesinado en la vía pública de Chilpancingo, a pleno medio día, y el 18 de noviembre de 2003, con el argumento de que el Congreso había cometido invasión de poderes al inhabilitarlos, los magistrados fueron restituidos en el cargo por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En 2005, ya como gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo emitió un decreto para que los magistrados involucrados en el caso del Calilla no fueran ratificados al hacerse la renovación del Poder Judicial, pero los magistrados volvieron a pelear y a ganar, y tuvieron que ser reincorporados con el pago de jugosos salarios caídos, por el tiempo que estuvieron fuera de sus funciones.
Durante mucho tiempo el trío de juzgadores se mantuvo en un bajo perfil, sin hacer mayor aspavientos, hasta que al comienzo de la actual administración, unos dicen que por recomendación del recién nombrado secretario de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, y otros que por el propio gobernador, Ángel Aguirre, Martínez Garnelo empezó a sonar como posible próximo presidente del Tribunal Superior de Justicia.
No duró ni 15 días ese rumor, cuando ya había sido designado en ese cargo, que ayer dejó para ser nombrado secretario de Gobierno.

Eso ya será otra historia. 
 Jesús Martínez Garnelo, Secretario General de Gobierno, saluda al gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero.
 
Jesús Martínez Garnelo, dejó el Poder Judicial y asume la Secretaría de Gobierno para asumir la Secretaría General de Gobierno, cargo que “botó” el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Florentino Cruz Ramírez. 

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