Un Rapidín
con angel irra carceda
La ineficiencia, falta de oficio y sentido común del alcalde de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, ensucian más la ya difícil ruta que ya transita este bello municipio.
Evidencia, además, ingratitud ante quien o quienes lo han ayudado en momentos difíciles.
La debilidad y errores que ha mostrado en el manejo del bastón de mando del Ayuntamiento, han sido la constante.
Y el manejo de lo que sucedió este martes con las lonas en donde se amenaza a uno de sus colaboradores por un presunto intento de extorsión, lo exhibe más.
El pésimo manejo del tema, obligó al gobierno estatal a fijar postura a través de su subsecretario de Desarrollo Político y Social, Francisco Rodríguez Cisneros.
Lo menos que este funcionario estatal le dijo a Gustavo Alarcón, es que asuma plenamente sus funciones, con responsabilidad y en el marco de la ley. No faltaba decir más.
O, quizá, un añadido: “Si Usted ya no puede (con eso), no reparta”.
Lo dicho: Chilpancingo no merece esto.
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